martes, 8 de septiembre de 2009

TU SABES MI NOMBRE


Siguiendo tus pasos en la arena, cada huella borrada por una nueva ola, un esfuerzo en conjunto con solo un ganador, un sacrificio que derroto besos, caricias y miradas, dejando abandonado lo demás, dejando todo atrás, comenzando una nueva vida mullida entre pétalos suaves de rosas, con tan solo alguna espina, que con suerte desaparecerá antes de pincharte, conquistando tu finalidad sin restricción alguna. Sensación tal vez nueva que te cautivo y te hizo enmudecer a sus pies, que seguiste triturando hasta desmenuzarlo todo ante ti.

Ahora una lluvia de algodones te guarecen y caen sobre ti, satisfecho estas de todos tus pasos, llenos de soberbia. Apenado quizás del sacrificio, un daño irrevocable. En el corazón, células con memoria interna, que no olvidaran la dejadez, el abandono causado, imposible y eterna se hace la acción de dar marcha atrás... todo esta construido y solidificado encima de unos corazones destruidos por la avaricia de las metas inalcanzables, por la codicia a ser el mejor.

Dando tus pasos por una manta de lagrimas que se desvanecen ante tus pies sin inmutar a tu conciencia, sigues paseando, incrementado el daño a cada paso que das, rematando y apisonando lagrimas de soledad, que recorren tus pies, marchándose ligeras, tal vez a un nuevo rumbo que seguir o intentado desaparecer. Gran error que en su camino dejo la vida atrás para no sentir. Admirado estarás, pero ¿podrás confiar en gentes extrañas?

No hay comentarios:

Publicar un comentario